El microscopio es una herramienta fundamental en la consulta dermatológica, ya que nos permite establcer un diagnóstico de certeza en algunas de las infecciones cutáneas más frecuentes, de forma rápida, sencilla y segura. Consiste en obtener muestras de piel, pelo o exudados cutáneos que se mirarán con atención al microscopio con diferentes tinciones. Existen diversas técnicas según la enfermedad que sospechemos.