UNIDAD DE TRICOLOGÍA
La Tricología trata las alteraciones cualitativas (displasias pilosas) y cuantitativas (alopecias, hirsutismo e hipertricosis) del pelo, ya sean congénitas o adquiridas.
Las alopecias constituyen un motivo frecuente de consulta y algunas de ellas, además de suponer una alteración estética, implican una repercusión médica importante. En ocasiones, pueden ser enfermedades crónicas que afectan a la calidad de vida de los pacientes.
El término alopecia hace referencia a una caída de pelo, no solo en el cuero cabelludo, sino también en el resto del cuerpo o en la cara como pueden ser las cejas, pestañas o vello facial. En ocasiones pueden tener causas muy diferentes como las infecciones, alteraciones inmunitarias, secundarias a algunos tratamientos, traumatismos e incluso algunas cuyo origen aún está por determinar. Algunas de las alopecias que vemos con más frecuencia son la alopecia areata, tiña capitis, tricotilomanía, foliculitis decalvante, dermatosis erosivas y pustulosas del cuero cabelludo, alopecias por tracción, lupus eritematoso cutáneo crónico, liquen plano pilar, alopecia frontal fibrosante o las alopecias inducidas por quimioterapia/radioterapia o por tratamientos hormonales. A veces, algunas enfermedades como la psoriasis, la dermatitis seborreica, la dermatitis atópica o las enfermedades ampollosas, también pueden afectar al cuero cabelludo.
El diagnóstico de muchos problemas capilares puede realizarse simplemente con una entrevista con el paciente y una buena exploración física, pero en algunos casos se requieren además, algunas pruebas complementarias como son las analíticas de sangre, la luz de Wood, la tricoscopia, las biopsias o el control mediante fotografías.
El tratamiento es individualizado y depende del tipo de patología y la gravedad de la misma, requiriéndose en ocasiones tratamientos tópicos con corticoides o inmunoterapia, intralesionales, orales e incluso quirúrgicos o terapias físicas como la terapia fotodinámica.