El vitíligo es una enfermedad caracterizada por la aparición progresiva de áreas de piel sin pigmento (acrómicas o hipopigmentadas) como consecuencia de la destrucción de les células que fabrican melanina, el pigmento de la piel que la protege de las radiaciones solares.
Se calcula que afecta a un 1% de la población mundial. No existen diferencias entre hombres y mujeres pero se ha demostrado que es más frecuente en individuos de piel más oscura.
La causa de la enfermedad es desconocida. La existencia de antecedentes familiares en un elevado porcentaje de pacientes parece sugerir la existencia de un factor genético asociado. La herencia puede ser poligénica o determinada por un gen autosómico dominante con penetrancia variable.
Existen diversas hipótesis que intentan explicar la enfermedad:
El vitíligo suele aparecer durante la infancia o adolescencia y es una enfermedad progresiva, pero de evolución poco previsible. Se caracteriza por la aparición de áreas de piel blancas, sin pigmento, asintomáticas.
Las localizaciones más frecuentes son: alrededor de los ojos y de la boca, en los dedos, codos, rodilla y tobillos, también en la región genital y espalda. Generalmente las lesiones se distribuyen de forma simétrica pero ocasionalmente pueden ser localizadas y unilaterales. Cuando las lesiones afectan zonas de piel con folículos pilosos, inicialmente los folículos pilosos (pelos) conservan el pigmento pero en lesiones más avanzadas se observa una desaparición completa del pigmento. El daño en la piel sana, ya sea por traumatismos o por quemaduras solares, puede facilitar la aparición de nuevas lesiones.
En general la enfermedad tiende a progresar, pero en un bajo porcentaje de pacientes se produce una repigmentación espontánea, sobretodo en niños. Esta repigmentación comienza a partir de los folículos pilosos y encontraremos áreas pigmentadas de pequeño tamaño dentro de la lesión hipopigmentada.
Siempre que un paciente presenta un vitíligo deben estudiarse otras enfermedades autoinmunes que podrían estar asociadas, sobretodo alteraciones del tiroides, anemia perniciosa, enfermedad de Addison, diabetes, miastenia gravis y alopecia areata entre otras.
No disponemos de ningún tratamiento eficaz en todos los pacientes. La elección del tratamiento debe realizarse de forma individualizada ya que no todos los pacientes presentan las mismas lesiones ni la misma extensión, ni la enfermedad los afecta de la misma manera.
Los tratamientos cuya eficacia ha sido demostrada, incluyen:
Actualmente en el Servicio de Dermatología, conjuntamente con el Centro de Regulación Genómica, se está llevando a cabo un estudio sobre el patrón de herencia de la enfermedad.